Objeción de conciencia

Respecto a este artículo:

Comparto la intención de tu artículo, pero no el contenido completo. Porque, a pesar de la autonomía que debe tener el paciente, el médico es el que debe exponer todas las alternativas, y es el que realiza las técnicas necesarias en las situaciones que antes propones. Y si no opera de urgencia a un terrorista, es mala praxis. Y nadie se niega a intervenir a un homosexual, porque es irrelevante en la historia clínica en según qué motivos (tiene importancia en ciertas enfermedades infecciosas, pero nada más).

Respecto a lo del aborto: la polémica está en la sociedad, NO en los hospitales. Ya llegarán a acuerdos entre los ginecólogos para realizar estas intervenciones por si alguno desea ser objetor de conciencia (que está en su libre derecho), y posiblemente, se cambien operaciones entre ellos, pero ninguna mujer se quedará sin abortar.

No hagas demagogia sentado delante de un ordenador, y pásate por un hospital más a menudo. Se aprende mucho de ética y moral, a pesar de que «la tolerancia está en la libertad de prensa».

Sobre médicos y árbitros

Un médico ACB tiene un salario mínimo de 60.000 euros; un árbitro, de media, 32.700.
Esto es lo que destaca en esta noticia, el diario MARCA. Porque, claro, debe ser la puntilla que faltaba a la comparación entre el resto de árbitros de las primeras divisiones de los deportes más seguidos del país (fútbol, baloncesto y balonmano), y el resto de sueldos mínimos de los estamentos baloncestísticos.

Entiendo que, en esto de las huelgas de ciertos colectivos, se juegue a equilibrar los salarios y demás. Pero que no comparen los cursos de arbitraje (de los que desconozco su duración) con los 6 años de la carrera de Medicina, el examen MIR, y los 4 años de Traumatología (mínimo, sin contar Másters, Cursos y demás Formación Continuada) que deben hacer los Médicos Deportivos. Y todo esto, considerándolos como médicos a los carpinteros traumatólogos…

Además, también entiendo que llegar a la ACB requiere de una serie de actitudes y aptitudes, y que necesita bastante tiempo para ir subiendo de categoría. Pero tampoco contratan a un residente como el médico de un equipo.

Por tanto, MARCA, deja de hacer demagogia con un colectivo con mucha más formación (y responsabilidad) que la tuya (Periodismo) o de la de prácticamente cualquier persona de la que hables, y sigue haciendo tus Indacencias y encuestas, y demás chorradas…

Semen galego: de toda confianza

No, esto no es un anuncio de autobombo (¿o auto-zambomba?). Lo recogía esta semana LaSexta Noticias, entre otros medios, y sentí la necesidad de dejarlo caer por aquí.

El caso es que el semen de los jóvenes gallegos ha resultado el de mejor calidad de España. Es de ésas estadísticas absurdas que sirven para hacer chistes durante la semana -lástima que no haya estado Rober Bodegas en SLQH estos días-, especialmente con tus amigos de otras comunidades, y que, en época de sequía (o de hambre), y si tienes mal gusto (y unas copas de más), sueltas como mérito propio para intentar llevarte a una chica a la cama.

Y claro, lo mejor es cuando hacen el reportaje. Como la edad ideal de los donantes es entre los 18 y los 35 años, las cámaras se dirigen al Campus Universitario. Y no tendrían otro sitio a donde ir, que se dirigen al Campus Sur, a las puertas de Políticas y Derecho (donde hay más sitio para aparcar). Y a los lumbreras que se le preguntan, explican su opinión sobre el asunto: «yo no me quejo del mío»; «Yo no intento quedarme embarazada, pero los gallegos son muy machos»; «Creo que el caldo gallego es favorable para que sea el mejor semen de España»; «No me gustaría ir por ahí y ver hijos míos esparcidos…». A mí, la que más me gusta (y la que puede que tenga más fundamento científico), es la del chico que dice que «yo soy de aldea, y creo que la tranquilidad influye en esto».

No obstante, el motivo que más me empujó a publicar esto, es la doctora que sale explicando el asunto: María Graña. Esta señora me dio clase el año pasado en Ginecología y Obstetricia, y la verdad, no conocía su currículum (buscadlo aquí). No es que lo necesite, pero llama la atención que esté tan completo (¿Licenciada en Matemáticas?) cuando sus clases son de lo más antididáctico que he tenido en la carrera (y eso que tiene bastante competencia…), repite presentaciones de sus clases (también las usa para Crecimiento y Reproducción Sexual, y así lleva varios años), y «explica» como si fuésemos chavales de la ESO en su primera clase de Educación Sexual. Lo mejor viene en el examen, cuando se saca de la manga preguntas que no tienen nada que ver con sus clases y el temario, y quizá mucho que ver con los casos que tendrá que atender en su clínica privada…

No es que no quiera hacerle la pelota (no lo merece en absoluto). Es que ya bastante bola le han dado con este asunto. Como docente -por muchos máster y grupos de investigación en los que participe-, y desde mi perspectiva y nivel (4º de Medicina), necesita mejorar -mucho-. Como profesional, espero que en la consulta no sea tan engreída y distante como lo es en clase (sí; hablamos en clase -pero durante todas, que para eso no discriminamos ninguna asignatura ni profesor-, pero no es como para que nos mire con esa cara de asco…)

El caso es que se me ha planteado una duda filosófica: ¿Está mi profesora pidiéndome semen? Cumplo todas las características que necesita, y cuando pase épocas de abstinencia sexual -más de 3 días-, podría acercarme a la Clínica, y saldría de ella sin parte de mi ‘material genético’, pero con 40€ en el bolsillo. No obstante, de momento espero no tener que pasar esos períodos de abstinencia. Y creo que ahí mi novia tiene algo que decir…¿no?

Como veis, los japoneses siempre nos sacarán ventaja…

Seguro médico

Hace unos días, a raíz de este artículo en el diario Público, acabé enlazando a las declaraciones del principal impulsor de la reforma sanitaria en los EEUU. Sí, Barack Obama dice esto.

Particularmente, es el mejor avance que puede hacer ese país, y creo que tiene que hacerse cuanto antes, mientras la popularidad de Obama está en su momento más alto, y antes de que se acomode o de que otros problemas distraigan su atención. Ojalá se aproximen, ya no digo al modelo español, sino a cualquiera de los sistemas sanitarios europeos.

Es un asunto importante, pero a golpe de sábado, no quería hacer ninguna reflexión precipitada, porque estoy seguro de que será un tema que dará más vueltas, por lo que posiblemente haya giros inesperados que puedan cambiar la aplicación de la reforma. No obstante, ayer volví a pensar en el tema tras troncharme -casi literalmente- con un capítulo de The Office, ‘Seguro Médico’. (T1C03, o 1×03, como queráis.)

Por lo visto, cambiar algo tan profundamente establecido, y que mueve tanto dinero en el país capitalista por antonomasia (¿acaso hay algo más lucrativo que los seguros médicos y las empresas farmacéuticas?), quizá sea una obra titánica, pero merece la pena intentarlo. Suerte, Obama, que la vas a necesitar…

¡¡Que no es LUPUS, coño!!

Nunca puedes asegurar que una serie no es una sitcom sino especificas cuál es tu entorno. No creo que para un criminólogo CSI sea un drama, o para un abogado Shark. Por tanto, para mí, House siempre ha sido una sitcom. Aunque en el fondo pueda ser considerado un procedimental, o aunque los Emmy le llamen Drama. La cotidianeidad, y el sentido del humor irónico y ágil, tan presente a mi alrededor, la convierten en una comedia de situación.

Pero no me quería referir únicamente a la vigencia de dicha serie para mí (sin duda, una de las de cabecera); puede llegar a ser útil. ¿Os imagináis la cantidad de enfermedades autoinmunes que te puedes sacar de la manga solamente por ver la serie? Y menos mal, que como tengamos que esperar a lo que nos digan en clase…
La situación fue esta: médico de Urgencias, jefe del Servicio, busca por los pasillos a los alumnos, sabiendo que agradecerían un caso peculiar. “A ver si sabéis lo que es esto”, mientras esbozaba una sonrisa a medio camino entre la picardía del reto de dejarnos en blanco y el orgullo de brindarnos una oportunidad única de ver una “enfermedad rara”, de esas con una prevalencia de 1 entre un millón de muchillones…
Y claro, vas viendo los síntomas, y te emocionas:
– Podría ser una vasculitis.
– O una enfermedad de Reiter.
– Sin úlceras genitales o cutáneas, se descarta un Behçet.
– ¿Tiene afectación renal? Porque si es así habría si ésta es una Nefropatía lúpica, y por tanto, el componente sistémico es de un lupus.
– Al ser mujer, y mayor, es más posible que la polimialgia y la poliartralgia sea por una Artritis Reumatoide, ¿no?
– Habría que pedirle en la analítica unos ANAs…
Y así un ratito más (no me acuerdo de toda la conversación, que fue ayer, y uno quisiera ser literal…). Ahora la sonrisa estaba a medio camino entre satisfacción y orgullo, por ver que las prácticas sirven de algo (y que el relevo generacional está garantizado :p )

No hace falta decir que estoy impaciente por ver cómo se va a desarrollar la 6ª temporada con House en un psiquiátrico, ¿no?

Cada uno da lo que recibe

Mi intención inicial era actualizar esto (algo) más a menudo esto, pero está claro que el verano no es buen momento para empezar propósitos…cuando prácticamente la mitad del tiempo que estás despierto la empleas en ir, estar y volver al Hospital donde estás haciendo prácticas de verano.

Vale, sí, lo reconozco: si no lo digo reviento: estoy asqueado de los profesores del 2º ciclo de Medicina de Santiago (bueeeno, sólo hablo de los de 4º). Nunca pensé que diría esto, pero cuanto antes acabe la carrera, más realizado me sentiré. Porque hay que ver lo que frustra que (puede que) tu destino profesional dependa de tremendos ineptos en lo que se refiere a Docencia (y Decencia), Pedagogía, y Organización y Gestión Académica se refiere. Tipos participantes de la tradicional endogamia de la Universidad Española que simulan modernidad y compromiso, cuando en el fondo se siguen rebozando en la misma, oscura, maloliente y déspota mierda caciquista. Gentuza para la que la enseñanza personalizada se limita a poner las notas y realizar las gestiones según quién seas, y para los que lo «digital» de la docencia se reduce a encararse con los alumnos y acusarlos con el dedo de que la culpa de las reclamaciones es suya, y no reflejo de su propia incompetencia, como reclama, a gritos, la lógica.

Si les va a hacer sentir incómodos, apaguemos la luz, corramos un estúpido tupido velo y susurrémonos las verdades, para que parezca que duele menos.
– Si no tienen intenciones de cambiar las notas, no pongan revisiones de exámenes.
– Si les va a llevar un mes corregirlos, no los hagan. Ahórrennos el tiempo de prepararlo, hacerlo, y esperar los resultados. Es innecesario.
– Si ni siquiera ustedes vosotros conocéis el programa (y el sistema de evaluación) de la Asignatura, no la coordinéis. Ni digáis cosas que el coordinador no comparte. Sí, vuestro departamento será las Naciones Unidas, pero el Director se comporta como EEUU.
– Si no os gusta la Docencia, no déis clase. Ni os encarguéis de las prácticas.
*Eso sí, tampoco cobréis el suplemento de Docencia.
*No os ausentéis de vuestro tiempo de trabajo con nosotros por excusa.
*No pongáis en la placa de vuestra consulta privada que sois Catedráticos. No tiene credibilidad.
*No avasalléis con vuestros logros y reputación. En el fondo sabéis que es igual de falsa que la imagen de triunfador que pretendéis ver al otro lado del espejo.

No os preocupéis por vuestro futuro: pasaréis por nuestras manos, y recibiréis el mismo trato que nosotros hemos aprendido de vosotros. ¿Dormiréis a partir de ahora más tranquilos?

Si en el fondo, no tiene importancia. Vuestra egolatría, prepotencia y cobardía campa a sus anchas. Porque aunque en las distancias cortas se puede hablar con (algunos de) vosotros, luego nos vendéis, os reís de nosotros, u os calláis como putas cuando os reclamamos u os necesitamos en Revisiones de exámens y otras circunstancias trascendentales, no vaya a ser que os corten los privilegios que os cayeron del cielo. Regocijáos con vuestra frustración oculta, proyectada hacia nosotros. Os ahorraréis unas cuantas citas con el psicólogo psiquiatra.

Aunque estemos cabreados, transmitamos serenidad.

Musicoprofilaxis y musicoterapéutica

La gente suele pensar que se anestesia a la gente antes de las operaciones para que no tengan dolor ni sensaciones mientras los mecánicos cirujanos se dedican a buscar elementos que cortar, electrocagular o fuchicar. No obstante, en muchas ocasiones, lo hacen para que el paciente no sepa que es operado mientras de fondo berrea Amaia Montero, o cualquier anomalía sonora que te puede tocar si la radio de quirófano está sintonizada con los40 o CadenaDial.
Todos somos conscientes que la música es uno de los estabilizadores del estado de ánimo más potentes. Por eso, particularmente, le doy mucha importancia al hilo musical de un sitio de trabajo. El año pasado, el primer día de mis prácticas de verano en el Servicio de Urgencias de un Hospital que no quiero nombrar (para que no os asustéis), presencié un hito (o eso me pareció), al presintonizar como primera emisora de la radio del despacho médico M80, para algarabía mía y del doctor N. (no diremos nombres…de momento), tipo entrañable donde los haya, que, para que conste, se ha contentado con esta emisora como objetivo de mínimos, pero que a la mínima se casca un fragmento del Shine a light sobre los Stones, o se pone a hacer un riff de air guitar de Led Zeppelin, como te argumenta cómo Coheed and Cambria están injustamente a la sombra de Mars Volta, o que Foo Fighters son mucho más divertidos que Nirvana.
Sin embargo, este año, y al igual que el resto de los melómanos empedernidos que no rehúyen de la tecnología, el siguiente paso ha sido Spotify (como refleja hoy Escolar en este artículo. No os imagináis lo que es entrar en el despacho médico y sorprenderte «¡Coño! Esto es el nuevo de los Cure», y que, en los turnos que coincides con el médico P., aparte de escuchar Russian Red, Manos de Topo, The Sunday Drivers, Iván Ferreiro, Vetusta Morla, Dorian, Los Planetas, Neil Diamond, o Wilco, hablas de los festivales en los que has estado, en los que te gustaría estar, o de cómo te ha fascinado Sr Chinarro en acústico, o de lo mucho más compensados y económicos que resultan los festivales portugueses.
Soy consciente de que para mucha gente la perspectiva del médico rancio y aburrido seguirá estando ahí, pero lo que quiero transmitiros, pequeños saltamontes, es que a lo mejor compartes muchas aficiones o gustos con el tipo seriote que te está auscultando.
PD: Por cierto, la de hostias que hay para librarse de la guardia del 2 de agosto, cuando el Boss está en Santiago de Compostela…