Después de habernos ahorrado (en Occidente) las terribles muertes por las enfermedades infecciosas que nos asolaban en la Edad Media, de que la hambruna sea algo minoritario, y de haber evitado muchísimas enfermedades por las medidas de Salud Pública (básicamente, potabilizar el agua, canalizar las aguas fecales y lavarnos las manos), en esta «vida moderna» nos hemos inventado otras formas de morirnos. No me refiero a ninguna enfermedad médica, y hoy tampoco quiero hablar de los accidentes de tráfico, los suicidios o las sobredosis.
Antes de nada, me gustaría que esto no sonase frívolo: NO ES MI INTENCIÓN. Pero en los últimos tiempos me llama la atención comprobar cómo saltan a la palestra noticias de personas que fallecen de vacaciones o, al menos, en una escapadita. Por ejemplo, este verano fallecía una chica en un safari en Zambia, tras ser atacada por un elefante. Hace varias semanas, se daba por muerto (tras estar varios días desaparecido y no poder ser rescatado) al creador de Shin-Chan. Y hoy me enteraba de la muerte, -combinando las dos modalidades anteriores, de Taylor Mitchell, una cantautora folkie canadiense, mientras hacía senderismo, al ser atacada por dos coyotes.
Otros artistas también han muerto en circunstancias poco convencionales; Jeff Buckley, ahogado en el río Wolf (Memphis), Aaliyah, en un accidente de avión, Steve Took (T-Rex) atragantado con el hueso de una cereza… y eso sin entrar en el mundo de las sobredosis, ya sean de heroína (Janis Joplin, uno de los Ramones…) o ahogados en su propio vómito tras haberse bebido hasta el agua de los jarrones (Keith Moon -batería de los Who-, John Bonham -batería de Led Zeppelin-, Bon Scott -cantante de AC/DC…).
Está claro que de algo hay que morir. Pero creo que morir de viejecito todavía tiene su encanto…
PD1: Como véis, no hace falta recurrir de manera obvia a otros miembros del «Grupo de los 27» -no me refiero a la Unión Europea- cuyas muertes no están tan claras (Kurt Cobain, Jim Morrison, Jimi Hendrix, o Brian Jones). Tampoco he dicho que pensaba que tanto Pete Doherty como Amy Winehouse podían entrar en ese grupo. Y tampoco he (había) mencionado otra muete polémica todavía reciente, la de Jacko. Son muchos, pero podían haberse muerto de viejos, como harán Mick Jagger, o Sting, o Raphael…
PD2: La muerte de David Carradine tampoco la tengo muy clara.
PD3: Al inventor de este incordio, me gustaría saber qué le ha salido en su propio test. Ojalá fuese una muerte tonta, de esas que nadie se explica… (como dicen Los Punsetes)