Para el cirujano Pedro Cavadas, en cambio, no se trata de un problema de seguridad. «Si la Organización Mundial de la Salud recomienda que el personal sanitario se vacune me parece perfecto, pero yo no voy a hacerlo porque soy un ácrata sanitario«, remarca contundente. Encontrado aquí.
Por si no lo sabéis, Pedro Cavadas es el cirujano que hace unos meses realizó el primer trasplante de cara en España. Lo respeto como cirujano, pero esta parrafada egocéntrica y narcisista (tan inherente a los cirujanos) me parece de una soberbia insoportable. Y eso que se aprovechó del circo mediático (o lo permitió) de tal manera que hasta le dedicaron un programa en prime-time (y a saber cuántas otras portadas de dominicales más).
Está claro que un cirujano plástico respira constantemente narcisismo y superficialidad. Pero esperaba que fuese sólo de (algunos de) sus pacientes (los que realizan la cirugía por voluntad propia, y no por enfermedad). Y, que conste, no me parece mal que no se vacune. Cada uno tendrá sus motivos (no le parece lo suficientemente contrastada, considera que ya la ha pasado, piensa que, al no tener factores de riesgo, no la necesita…). Pero negarse por «llevar la contraria» me parece una gilipollez como un templo. ¿O es que acaso tampoco se vacuna contra las hepatitis? ¿O si está en contacto con un paciente con meningitis, no se toma los antiobióticos de manera profiláctica?
Y también, que conste, coincido en algunas opiniones con él. Por ejemplo, en éstas (encontradas aquí):
El cirujano afirma que cree en el sistema de salud público. Que es necesario. Pero dice que la sanidad en España es irrealmente abundante. «Quien le meta mano a eso pierde las elecciones. Pero la atención ilimitada, universal, gratuita y a granel para todo el mundo, con cargo a las arcas públicas, es maravillosa como concepto, pero es irreal». Es poco amigo de las políticas de ayudas: «Las subvenciones y los subsidios generan vagos».
Sí, voy en bici. Ayer [el día anterior a la entrevista] cayó la de Dios y me mojé mucho, pero ¡qué pánico le tiene la gente a mojarse! ¡Coño, que es agua lo que cae, no es salfumán! Ésa es mi queja contra la excesiva comodidad occidental. No te mojes, no pases frío, no pases sueño… No llegas a pasar ganas de nada; antes de que tengas ganas de algo ya te las han saciado.
Mi opinión: a pesar de sus éxitos quirúrgicos, me parece hipócrita por su parte vender su Fundación y su «figura» cuando trabaja exclusivamente en su Clínica privada. No porque no tenga derecho, sino porque no necesitaba hacerlo de una manera tan marcada, con toda su propaganda en la plataforma del Grupo Prisa y demás…