Que sí, que mañana se acaba esta serie. Y ya nada volverá a ser como antes. Pero dejad de morderos las uñas, y tomároslo con humor. Para esto (y muchos más cosas), ha merecido la pena esta serie: para la creación de toda una cultura aparte, pagana. Y eso no lo consiguen todas las series…
1.- LOST del río. Ahora entiendo por qué el avión se estrelló: llevan su música puesta. En un remix. En spanglish.
2.- Locke tenga que ser será, y no hay que Dharmas vueltas. Hay que dejarse de tantas teorías, y disfrutar del final. Yo creo que no existe (son los padres), pero, por si existe, creo que es un sueño de Resines…
3.- Odio cuando un Velociraptor (sic) me suelta un spoiler con el final de Lost. Si hay una palabra fundamental que nos trajo, principalmente, esta serie, fue, sin duda, spoiler. Si hubiese 2, ésta sería «subtítulos».
4.- Yo supe que la isla de Lost era especial cuando vi que Hurley no adelgazaba. Acostumbrados como estábamos a ver a la gente como adelgazaba en islas (Supervivientes), o ver cómo se ponían como unos perroflautas (‘Náufrago’, de Tom Hanks), comprobar cómo este tiarrón sigue con su apolínea figura, es todo un misterio. Igual es porque no puede desayunar Special K…
5.- Modernos que critican Lost pero no pueden dejar de verlo. Está claro que una de las especies que más tirria me dan son los modernos. Bueno, más bien los que son snobs o los que no tienen sentido de la estética y visten chaquetitas de su madre, pantalones pitillos y unas gafas que no se pondría ni Bartolo. Por tanto, está claro que sus múltiples poses intelectualizadoras acabarían afectando a la serie.
6.- Creer que el humo negro de Lost en el fondo es Mario Vaquerizo. No me digáis que no resulta absurdo el elemento del humo negro… bueno, al menos es tan absurdo como el blanco del Vaticano. Y entroncado con el grupo anterior y con el absurdo, no puede salir otra persona más extraña y a la vez, absurda, que el marido de Alaska.
7.- Señoras que compraron plátanos del LIDL y ahora hacen guiones de Lost. Mi compañero de piso (que ve Lost; el otro, no opina) siempre cuenta, vehemente, el que imagina que es el método de trabajo de los guionistas de Lost. Varios post-it en una pizarra, y un perro que escoge uno de ellos. Y claro, por ahí desarrollan la idea. Pues la verdad, yo pienso que ‘El Hormiguero’ se plantea al revés: los perros hacen los guiones, y Pablo Motos escoge el post-it…
8.- Pienso que la vida es eso que sucede mientras esperas otro capítulo de Lost. Está claro que es una serie plagada de Filosofía (o eso dicen). Y, en el fondo, aguantar tantísimos capítulos tan largos y dejando todas las explicaciones para el final, requieren filosofía por parte de los espectadores. Por tanto, también se puede decir que éstos son filósofos en potencia. De ahí, el toque existencialista de este grupo.
9.- Yo también vivo con miedo a que no me guste el capítulo final de Lost. Habitualmente, en las series la ansiedad y la angustia, el interés y la atención, se centran durante el capítulo. Aquí, más que durante, están los nervios (antes) y el estado de hipersalivación (después) del capítulo, en el que las teorías fluctúan inevitablemente entre la ebullición y el entusiasmo, y la frustración y la desesperación de aquel que, valga la redundancia, está perdido.
10.- Yo también voy a suicidarme cuando acabe Lost. Pues qué queréis que os diga. Ya ha habido gente que se suicidó cuando murió Freddie Mercury. Y cuando lo hizo Burt Cokain Kurt Cobain. Y que lo harán cuando acabe la última película de ‘Crepúsculo’. Pero oye, esta gente tan fanática (como esos islamistas tan simpáticos que se inmolan, esas adolescentes que-dice-que-son-góticas y que esperan durante varios días delante de un pabellón para ver a Tokio Hotel, o esos tertulianos de La Noria e Intereconomía) son un peligro en potencia. Por tanto, un holocausto semi-selectivo, nos dejaría más cómodos, sin tanto gafapasta y tanto geek enganchado a esta serie. Pero oye, si no se suicidan, perseguirán a los guionistas hasta que lo hagan ellos. Así que… en el fondo, lo haga quien lo haga, que no manchen, que la sangre es muy difícil de limpiar. Y si se hace bien, se podrán hacer luego trasplantes de órganos (aunque, recordad, transfusión no es canibalismo).
ACCÉSIT: 10+1: Yo también creo que Islandia se ha pasado con el homenaje a Lost. Esto no me hace gracia, porque a mucha gente cercana ha tenido problemas con los vuelos y demás, pero la verdad es que sería muy interesante que el final de Lost tuviese alguna relación con algún fenómeno natural. Como aquel terremoto de Chile que casi provoca un tsunami que llega a Hawaii al set de rodaje de la serie. O como este volcán, que nadie sabe cómo pronunciar (y mucho menos, como en el caso de Chygrynskiy, escribir).
Sea como sea, disfrutad con el final de la serie.
Y no, no he visto Lost. Pero igual este verano…