Archivo de la etiqueta: venganza

Amaia Montero, ¿quieres ser ASÍ?

Imagen055Así se las gastaron en una céntrica plaza de Pontevedra para mostrar su disconformidad con el programa de fiestas de este año. O simplemente la antipatía respecto a Amaia Montero. ¿Soy el único al que le parece que desde que se fue de LODVG le cae mal a más gente? ¿Ha sido ella la ‘mala’ o la culpable de su abandono del grupo? ¿Le caerá bien Leire, la nueva vocalista? ¿Habrá adelgazado tanto para que las comparaciones no fuesen tan odiosas con la ‘nueva’?

Seamos francos. A todos nos ha sorprendido lo que ha adelgazado Amaia de repente. Incluso a los que pertenecen(mos) a este grupo de Facebook. No sabemos si felicitarte por haberlo hecho: Leire canta igual que tú, aunque menos pedante, y está más buena.
leire-amaia
Aunque no debería preocuparte. Has vendido más discos que ellos, y además con un mayor margen de royalties que los que tenías antes. Posiblemente habrás hecho más conciertos. Pero parece que estás más amargada. Y no descarto que hayas adelgazado por haber tenido una úlcera en el estómago porque tus excompañeros hayan decidido seguir sin ti. Y que no parezca preocuparles mucho tu marcha. Posiblemente hubieses perdido la magia con ellos, o ya eras demasiado chic para ser la cantante de un grupo pop vasco, aunque tú prefirieses ser una artista global.

La verdad, me pilló de sorpresa que te fueses. Por lo menos, tan pronto, pensé que esperarías a que un disco de LODVG hubiese fracasado comercialmente. Una vez, saliendo del Moore’s (cuando todavía existía ese irlandés en Santiago, y no esa mariconada de pub de ambiente nuevo que hay en su lugar), os vi pasear a los 5 por la calle del Franco. Iríais a cenar de tapas, con la esperanza de que hubiese dónde comer pintxos. Como las pintas de Guiness nos habían sentado bien, pensamos no gritar esto, aunque nos lo dijésemos entre nosotros.
lodvg_se_separa
Pero te veo mal. Y eso que no me importas. Ni siquiera me caes bien. Tampoco necesariamente mal (ha ayudado que ya no escucho radiofórmulas ni como despertador), todavía soporto menos a Rosario. O a Ana Torroja. Pero creo que mucha gente tiene hacia ti la misma antipatía que otros tienen hacia Bunbury. No sé si cómo piensan los fans de La Oreja acerca de tu huida, pero no deberías estar disgustada. O sí. Posiblemente no puedas volver a cantar con ellos, porque parece que se llevan muy bien con la nueva. Si lo hubiesen dejado, podríais volver a hacer una gira de reunión dentro de unos años, como una “Gira de nuestra cuenta corriente” y os hubiéseis forrado. Lástima.

Pero deberías ver las cosas con optimismo. Posiblemente hayas sido la voz española más radiada de la década. Como Ana Torroja o Alaska en los 80. Deberías estar orgullosa. Igual que tu cambio de look. Has mejorado físicamente en los últimos 10 años, aunque parece que se te haya agriado el carácter. Y posiblemente sigas teniendo éxito en el futuro. Y cómete un chuletón de vez en cuando, que eso alegra a cualquiera.

PD: Nunca pensé que una entrada sobre esta persona. Pero entre la pintada, y que pillé un anuncio de politonos haciendo un dueto con Tiziano Ferro (gran tipo, me dio para años de imitaciones…), pensé que ahora o nunca.

Etiquetado , , , , ,

Cada uno da lo que recibe

Mi intención inicial era actualizar esto (algo) más a menudo esto, pero está claro que el verano no es buen momento para empezar propósitos…cuando prácticamente la mitad del tiempo que estás despierto la empleas en ir, estar y volver al Hospital donde estás haciendo prácticas de verano.

Vale, sí, lo reconozco: si no lo digo reviento: estoy asqueado de los profesores del 2º ciclo de Medicina de Santiago (bueeeno, sólo hablo de los de 4º). Nunca pensé que diría esto, pero cuanto antes acabe la carrera, más realizado me sentiré. Porque hay que ver lo que frustra que (puede que) tu destino profesional dependa de tremendos ineptos en lo que se refiere a Docencia (y Decencia), Pedagogía, y Organización y Gestión Académica se refiere. Tipos participantes de la tradicional endogamia de la Universidad Española que simulan modernidad y compromiso, cuando en el fondo se siguen rebozando en la misma, oscura, maloliente y déspota mierda caciquista. Gentuza para la que la enseñanza personalizada se limita a poner las notas y realizar las gestiones según quién seas, y para los que lo «digital» de la docencia se reduce a encararse con los alumnos y acusarlos con el dedo de que la culpa de las reclamaciones es suya, y no reflejo de su propia incompetencia, como reclama, a gritos, la lógica.

Si les va a hacer sentir incómodos, apaguemos la luz, corramos un estúpido tupido velo y susurrémonos las verdades, para que parezca que duele menos.
– Si no tienen intenciones de cambiar las notas, no pongan revisiones de exámenes.
– Si les va a llevar un mes corregirlos, no los hagan. Ahórrennos el tiempo de prepararlo, hacerlo, y esperar los resultados. Es innecesario.
– Si ni siquiera ustedes vosotros conocéis el programa (y el sistema de evaluación) de la Asignatura, no la coordinéis. Ni digáis cosas que el coordinador no comparte. Sí, vuestro departamento será las Naciones Unidas, pero el Director se comporta como EEUU.
– Si no os gusta la Docencia, no déis clase. Ni os encarguéis de las prácticas.
*Eso sí, tampoco cobréis el suplemento de Docencia.
*No os ausentéis de vuestro tiempo de trabajo con nosotros por excusa.
*No pongáis en la placa de vuestra consulta privada que sois Catedráticos. No tiene credibilidad.
*No avasalléis con vuestros logros y reputación. En el fondo sabéis que es igual de falsa que la imagen de triunfador que pretendéis ver al otro lado del espejo.

No os preocupéis por vuestro futuro: pasaréis por nuestras manos, y recibiréis el mismo trato que nosotros hemos aprendido de vosotros. ¿Dormiréis a partir de ahora más tranquilos?

Si en el fondo, no tiene importancia. Vuestra egolatría, prepotencia y cobardía campa a sus anchas. Porque aunque en las distancias cortas se puede hablar con (algunos de) vosotros, luego nos vendéis, os reís de nosotros, u os calláis como putas cuando os reclamamos u os necesitamos en Revisiones de exámens y otras circunstancias trascendentales, no vaya a ser que os corten los privilegios que os cayeron del cielo. Regocijáos con vuestra frustración oculta, proyectada hacia nosotros. Os ahorraréis unas cuantas citas con el psicólogo psiquiatra.

Aunque estemos cabreados, transmitamos serenidad.

Etiquetado , , , , , ,